Existe un error muy común y que afecta negativamente a la hora de hacer SEO, las redirecciones ( o más bien, la falta de redirecciones). Esto sucede porque no se mide suficientemente el impacto que pueden tener en nuestro posicionamiento en Google, a pesar de que es un punto fundamental cuando va a rehacer su sitio. Te mostramos unas breves reseñas de las mejores prácticas que te van a ayudar a evitar grandes decepciones …
¿Mis URLs van a cambiar?
Durante una revisión web, la primera cuestión que hay plantearse en términos de SEO es si las URLs van a cambiar: cuando no cambian, tienes mucha suerte (es raro). Pero en el caso de que cambien, debes empezar a remangarte la camisa . Imagínete que te estás mudando de ciudad. Debes informar a los servicios públicos, a tu entorno, a todos los servicios comerciales que envían correo regular, etc.
En una web ocurre exactamente lo mismo, será necesario informar a los motores de búsqueda y los usuarios de que su sitio se mueve y las URLs cambian, de lo contrario, puedes encontrarte en un callejón sin salida. Esto no sólo frustra a tus lectores si no que le molesta especialmente a Google, que no relacionará tus paginas antiguas y nuevas. Sufres el riesgo de empezar todo desde cero: posiciones perdidas y nuevas páginas que tardan meses en recuperar las posiciones . Aquí te proponemos un método sencillo que evita grandes errores a la hora de cambiar las URLs de tu sitio.
Forma listas con tus antiguas URLs
Comienza haciendo una lista con todas tus URLs y las diferentes estructuras de estas URLs. Artículos (o productos), categorías, páginas específicas … Haz una lista con todo en un archivo Excel, y empieza a definir unos esquemas de URLs. Por ejemplo, para los productos, la categoría y subcategoría aparecen en la URL, todos tus productos se construyen de la misma manera, dando: www.midominio.com/categoría/subcategoría /nombre-producto. Para obtener una lista de todas las URLs te recomendamos: Screaming Frog.
Definir tus nuevas Url’s
Luego haz una lista de las nuevas Url’s. Para ello tienes dos opciones: o bien que tu sitio está preprod, y puedes rastrear el nuevo sitio y extraer la URL’s, o también se puede construir estas URLs desde 0, definiendo el esquema de URL’s. En el ejemplo anterior, ahora tus productos sólo tendrán la subcategoría en la Url, y será de este tipo: www.midominio.com/sub-categoría/nombre-producto
Sabiendo que esta regla se aplica a todos los productos, ya estás facilitando los futuros redirecionamientos y su organización.
Crear el archivo de redirecciones
Una vez que sepas como se construyen todas tus URLs, es necesario crear las redirecciones 301s ( permanentes). Esto se hace a través del fichero htaccess, respetando una sintaxis específica. En nuestro caso, hemos identificado un modelo de redireccionamiento, donde el elemento categoría desaparece de la URL. Será entonces muy simple, no tendrás que añadir una línea de código a cada una de tus páginas si no simplemente crear una regla que redirija las páginas en tu htaccess. Te recomendamos este artículo de Moz sobre redireccionamiento.
En nuestro caso, la regla que podríamos utilizar es:
RedirectPermanent /categoría/subcategoría http://www.midominio.com/sub-categoría
Así redirigimos a todos los usuarios que llegan a una URL, /categoría/subcategoría (independientemente de lo que ocurra a continuación), a otra URL como /subcategoría. La operación se repite tantas veces como subcategorías existan, y te redireccionará en pocas líneas a los miles de productos que se encuentran en esas carpetas.
Prueba tus redirecciones
Una vez que sus redirecciones están en su lugar, es hora de probar. En general, optamos por la solución de prueba en tiempo real en horas o días con poco tráfico, para ver durante diez minutos si todas las páginas son redirigidas y no aterrizamos en páginas 404 . Esto permite que incluso antes de la subida a producción puedas detectar un problema de reglas y errores de servidor (500).
Subida a producción y seguimiento de páginas 404
El último paso es la puesta en marcha de la nueva página y el seguimiento de las redirecciones, posiciones, errores 404 y del tráfico. Monitoriza de manera precisa estos indicadores, ya que son cruciales, porque te permitirán identificar los redireccionamientos que se han olvidado (seguramente ocurrirá) o los errores que has cometido. Utiliza Screaming Frog y Google Webmaster Tools para identificar los errores 404, y corregirlos añadiendo las redirecciones necesarias en htaccess.
Si todo va según los establecido, no deberás notar nada en términos de posiciones en Google o el tráfico (salvo que tu nuevo sitio esté menos optimizado que el anterior, pero eso es otro tema … ) y Google deberá transmitir todo el «juice», popularidad y posicionamiento de las viejas URLs a las nuevas.